Veamos.
Soy socio de
ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico. Menos activo últimamente de lo que quisiera, es cierto; pero socio, al fin y al cabo.
Lo cual, para muchos
magufos, quiere decir que formo parte de una gran conspiración que oculta al mundo La Verdad Que Está Ahí Fuera, y que por tanto estoy a sueldo de los poderes fácticos. Poderes fácticos encabezados por la CIA y de los que forman parte numerosas organizaciones y servicios secretos, como el antiguo CESID. Por cierto que el hecho de que alguno de esos magufos haya presumido de ser colaborador y hasta asesor de ese organismo no parece suponerle ningún problema a la hora de seguir afirmando que los escépticos estamos financiados por "la Casa". Lo cual demuestra la capacidad de raciocinio con la que cuenta una buena parte de su público. En fin...
Sigamos. He colaborado y colaboro en algunos periódicos y revistas. Escribiendo sobre todo lo que se me ocurre, divino (para disgusto de muchos) y humano (también para disgusto de muchos). Incluso he publicado comentarios sobre cuestiones de política internacional. Y a veces he hablado a favor de determinadas actuaciones internacionales de los EE.UU. Otras no, es cierto, pero, bueno, algún mérito tendré de cara a esa gran operación de compra de periodistas que dicen que ha montado Jorgito Bush, ¿no? Vamos, digo yo.
Y más aún. Resulta que escribo en medios de la provincia de Alicante. Justo en el lugar en el que Eduardo Zaplana, actualmente ministro de trabajo, montó (según informan
algunos periódicos) una operación de compra de medios de comunicación con el fin de hacerse propaganda. De hecho, conozco personalmente al propio Zaplana desde antes de que fuese Presidente de la Generalidad Valenciana, e incluso alcalde de Benidorm. Lo cual, en fin, también podría haberme valido alguna participación en esas operaciones, ¿verdad?
Bueno, pues nada. Ni me llegan el cheque de la CIA o del CESID (hoy CNI), ni el de la Secretaría de Estado de los EE.UU., ni el de Eduardo Zaplana (aunque supongo que ese lo enviaría Aguas de Valencia, claro).
De modo que, como ustedes comprenderán, estoy más cabreado que una mona.
Mañana sin falta hablo con mi banco. Seguro que se han equivocado de número de cuenta. Seguro.
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